La atención del personal, la relación calidad-precio, la limpieza era excelente.

Tuve una estancia maravillosa en Hotel San Briz. La habitación era amplia y estaba completamente reformada, lo que nos permitió descansar cómodamente. La ubicación era ideal, a solo 2 minutos del centro, facilitando nuestras excursiones. ¡La cena en el restaurante fue una delicia total!

Faltó más variedad en el desayuno.

Estuve en San Briz y me encantó. El restaurante fue una grata sorpresa, con platos muy bien elaborados. La cama, muy cómoda, me permitió descansar plenamente. Aunque el llavero era algo incómodo, disfruté mucho la estancia.

La cena fue excepcional, especialmente el

pulpo con gambas y el jabalí estofado, que estaban simplemente deliciosos. La atención del personal fue muy amable y rápida. Sin embargo, noté que el desayuno podría tener más opciones para elegir. Pero en general, fue una experiencia muy buena.

estuve en a pontenova y la estancia superó mis expectativas. la habitación era amplia y limpia, con una cama muy cómoda que permitió que mi pareja y yo descansáramos bien. la cena en el restaurante fue deliciosa, probamos jabalí estofado y pulpo con gambas, ¡una delicia!

el llavero de la habitación era incómodo.

Directo al grano, sin tonterías

Un lugar fantástico donde todo fue perfecto. Las habitaciones son amplias, cómodas y muy limpias. La atención del personal fue excepcional, siempre pendientes de que estuviéramos bien. La cena en el restaurante fue deliciosa y el desayuno casero, un verdadero placer. Ideal para quienes quieren explorar la zona.

Habitación amplia y cómoda con calefacción, limpieza impecable. La ubicación es excelente para explorar los alrededores.

me sentí como un vip, no tengo ninguna razón para quejarme

la ubicación es ideal para explorar los alrededores, pero el desayuno tiene pocas opciones.

Me alojé en San Briz durante dos noches en una habitación doble con cama extra. La habitación era amplia y estaba totalmente reformada, con un ambiente muy limpio y acogedor. Contaba con un secador de pelo, algo que se agradece mucho. La tranquilidad del lugar es un gran punto a favor. se duerme de lujo. Además, está a solo 2 minutos del centro, lo que facilita mucho moverse. En el restaurante se comía muy bien. A pesar de ser un sábado por la noche y tener solo un camarero, la atención fue rápida y amable. El desayuno no tiene autoservicio, pero no tienes que ajustarte a horarios estrictos. Solo echo de menos un buffet, ya que me gusta tener más opciones en el desayuno. En cuanto a los inconvenientes, el ruido del bar en la planta baja puede ser un problema para quienes busquen silencio total. Las almohadas también son bastante finas, pero eso depende de las preferencias personales. Sin embargo, el aparcamiento en la zona no es un problema, lo cual es un plus. En general, fue una estancia muy agradable, y definitivamente lo recomiendo para visitar la zona de Taramundi, ya que está a solo 15 minutos en coche.

Habitaciones amplias y luminosas, ideal para descansar. La atención del personal es rápida y amable, incluso en momentos de alta demanda. La cena fue deliciosa, aunque el desayuno no tiene autoservicio, lo que limita un poco las opciones. Ruido ocasional por la mañana debido al mobiliario del comedor, lo que puede interferir con un descanso profundo. En general, una buena relación calidad-precio en una ubicación adecuada.

La habitación muy amplia y limpia, perfecta para descansar. Además, el lugar tiene unas vistas impresionantes y actividades al aire libre, ideales para escaparte un rato.

El llavero de la habitación me hizo sentir como si estuviera abriendo un coche antiguo. ¡Qué lío!

La habitación en el Hotel San Briz era amplia, con una cama muy cómoda y un ambiente cálido gracias a la calefacción. La ducha era excelente y todo estaba impecablemente limpio. Cenamos jabalí estofado y pulpo con gambas, ¡deliciosos! El desayuno incluido fue muy rico, con panes frescos. Un lugar ideal para descansar.

El llavero de la habitación era un poco incómodo.

me encantaría volver

Todo estuvo genial, la habitación estaba reformada y muy limpia. Tenía una ducha excelente y calefacción para el frío. La cena fue una delicia, probamos jabalí estofado y pulpo con gambas, todo delicioso. Desayuno riquísimo también, con panes frescos y atención rápida. Se duerme de lujo por la tranquilidad del lugar.

Las habitaciones son amplias y agradables, con una limpieza impecable. La ubicación, aunque en un pueblo sin encanto, compensa con la tranquilidad del lugar y la facilidad para moverse al centro.

El desayuno no es buffet, lo que puede ser un inconveniente para quienes prefieren más opciones. Las almohadas y el colchón pueden resultar algo duros para algunos. experimenté ruido de mobiliario a primeras horas de la mañana, posiblemente del comedor, lo que no es ideal para los que buscan descansar profundamente.